Frases famosas de Shakespeare
William Shakespeare es conocido a nivel mundial como uno de los autores más importantes de la literatura clásica. Muchas de sus obras tienen gran fama mundial y es imposible no conocer aunque sea una sola de ellas. El artículo de hoy se encuentra precisamente dedicado a él y es por eso que a continuación, podrás algunas de sus frases más famosas. Esperamos que puedas disfrutar con cada una de ellas y que las compartas con quien gustes. Cada una es muy especial a su manera y puede que tenga alguna lección oculta que te haga falta.
- Duda que sean fuego las estrellas, duda que el sol se mueva, duda que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás que te amo.
- El aprendizaje es un simple apéndice de nosotros mismos; porque dondequiera que estemos, ahí está también nuestro aprendizaje.
- No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran la grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta pero a otros la grandeza les queda grande.
- Es mejor ser rey sobre tu silencio que esclavo de tus palabras.
- De lo que tengo miedo es de tu miedo.
- ¡Oh amor poderoso¡ Que a veces haces de una bestia un hombre, y otras, haces del hombre una bestia.
- El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos quienes las jugamos.
- Sea como fuere lo que pienses, lo mejor es decirlo con buenas palabras.
- El amor, como ciego que es, le impide a los amantes ver las tonterías divertidas que cometen.
- Los amigos a los que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero.
- Me atreveré a todo lo que pueda hacer un hombre. Quien se atreva a más es un insensato.
- Nuestras dudas son traidores que muchas veces nos hacen perder el bien que podríamos haber ganado si no temiéramos buscarlo.
- Las palabras están llenas de falsedad o de arte; pero la mirada es el lenguaje del corazón.
- Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; pero los valientes prueban la muerte sólo por una vez.
- Anunciad con cien lenguas el mensaje agradable; pero dejad que las malas noticias sean reveladas por sí solas.
- El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a la tarea de reparar el daño que hizo.
- No existe nada que sea ni bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.
- Presta el oído a todos y a pocos la voz. Oye las censuras de los demás; pero reserváte tu propia opinión.
- Ten más de lo que muestras y habla menos de lo que sabes.
- Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo está sintiendo.
- No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí mismo su propio camino.
- Somos del mismo material del que están tejidos los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada por sueños.
- Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo; no sea que te quemes a ti mismo.
- Conservar algo que me ayude a recordarte, sería tener que admitir que te puedo olvidar.
- Quien se eleva demasiado cerca del sol con alas de oro, las llega a fundir.
- La mujer es como un manjar digno de dioses, cuando no lo cocina el diablo.
- Dueños de sus destinos son los hombres. La culpa, querido Bruto, no está en las estrellas, sino en nuestros propios vicios.
- Hay puñales en las sonrisas de los hombres y cuanto más cercanos son, más sangrientos se vuelven.
- Excelente cosa es contar con la fuerza de un gigante, pero usar de ella como un gigante es propio de un tirano.