Frases de amor y orgullo
Hay ocasiones en las cuales estar cerca de la persona que amamos, no puede ser posible porque nos equivocamos y nos cuesta pedir perdón. Otras veces pudo ser ella la que nos haya lastimado y nos cuesta perdonar, porque el corazón está muy herido. Y es que es tan difícil dejar a un lado el orgullo en situaciones como estas; que no nos damos cuenta de las horas valiosas que podemos estar perdiendo sin su compañía, por ser tan obstinados. Las siguientes frases de amor hablan acerca de esto y son una importante reflexión que quizá, pueda ayudarte a ver las cosas más claras si te has sentido identificado con las circunstancias que acabamos de describir.
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Es tan difícil aceptar que cometemos errores, pero lo es aún más cuando tenemos que hacernos a la idea de que esa persona especial los cometió. Esa a la que tenemos en el pedestal más alto y a la que creíamos incapaz de hacernos daño. Lo malo es que no nos detenemos a pensar que en afán de protegernos nosotros mismos, por el orgullo podemos estar negándonos una segunda oportunidad para ser felices.
- Me equivoqué pero lo más complicado no ha sido aceptarlo, sino enfrentarme a la idea de que puedo perderte para siempre por culpa de un impulso en el que jamás me detuve a pensar. No quiero estar separado de ti por una tontería, todo lo que deseo es que las cosas vuelvan a ser como antes. Pero en caso de que no decidas dejar a un lado tu obstinación, voy a tener que resignarme a olvidarme de ti.
- Discutimos, nos dijimos cosas que no queríamos decirnos, nos esforzamos por lastimarnos el uno al otro y todavía no sé porque, sí compartimos un sentimiento tan hermoso. Quisiera llamarte y decirte que lo siento, abrazarte una vez más y olvidar todo lo que sucedió. Pero el orgullo, el maldito orgullo no me deja y ahora es que me estoy arrepintiendo de ser alguien tan obstinado como tú.
- Lo único que quisiera saber es como hago para dejar de lado esa necesidad que tengo, de esperar siempre que sea la otra parte la que de el primer paso. Estoy desgarrándome por dentro a causa de la separación y ni siquiera por eso, soy capaz de ser yo esta vez quien diga «disculpa» y «te amo». No tengo idea de quién ganó en esta batalla, pero creo que la guerra la perdimos los dos.
- Queremos creer que siempre llevamos la razón, tal vez porque en el fondo tenemos miedo de lo contrario y sabemos que hemos errado. Pero nos avergüenza mostrarnos vulnerables. Y es nuestra propia cobardía la que nos mantiene alejados, distantes. ¿Cuánto valor se necesita para no dejarnos dominar por nuestro propio orgullo? Quizás tanto como el que hace falta para encontrar el verdadero amor.
- A veces creo que debería darme por vencido y dejar de seguir luchando por ti. ¿Por qué voy a hacerlo, cuando no puedes perdonarme? Siento culpa por las cosas que hice mal y que hoy, pareciera que no pueden remediarse. Pero también me duele estar perdiéndote a ti, que eres lo único capaz de iluminar mi mundo entero. Pero tu propio dolor es una barrera que ahora nos separa y que no estoy seguro de poder derribar.
- No puedo perdonarte. No puedo arriesgarme a que una vez más, llegues hasta el fondo de mi corazón solo para convertirlo en miles de pedazos. Tengo que utilizar mi faceta orgullosa para disfrazar los sentimientos que aún tengo por ti, porque quiero salir sin un solo rasguño de todo esto. Quiero aprender a resistirte.